viernes, 1 de julio de 2016

SEMÁFORO

EMANUEL KRAMER: CRONOS, AIÓN Y KAIROS DIOSES GRIEGOS,
¿PUEDEN INSPIRARTE EN TU EMPRESA?.

Exal Baltazar Juan Avila/APyPM

VERDE.
Emmanuel Kramer, quien en columnas anteriores hice referencia de sus habilidades y reconocido consultor empresarial y conferencista, originario de Suiza, con amplia experiencia en proyectos, mapeo, análisis y optimización de procesos de negocios empresariales, industriales y agrícolas (administración, producción y logística), enfoque en calidad con sólidas bases de liderazgo y relaciones interpersonales, debido a todo esto, hubieron lectores así como personas que han asistido a sus cursos y conferencias, que me solicitaron algunos otros temas empresariales, por lo que considere apropiado seleccionar el siguiente en el que Kramer hace una reflexión y compara Kairos, Aión y Cronos, antiguos dioses griegos del liderazgo sobre las influencias de las culturas del medio oriente al mundo en cuestiones de liderazgo de empresas y dirección de proyectos, esperando pueda ser de inspiración para afrontar los retos económicos actuales.
AMARILLO.
Los antiguos griegos tenían tres dioses del tiempo: Cronos, Aión y Kairos.
Cronos es el dios, representado como un hombre maduro, que devora todo y todos, incluidos sus hijos, para mantener su poder. Es el dios del tiempo secuencial, cronológico que pasa inevitablemente. Es el tiempo “tic-tac” que irreversible y linealmente nos lleva hacia nuestro futuro. Es el dios al que recurrimos cuando ponemos objetivos, hacemos planes de acción y los implementamos. Cuando actuamos bajo los auspicios de Cronos, las acciones pasadas se vuelven obsoletas al alcanzar el objetivo que hemos planeado. Entonces Cronos nos exige que pongamos nuevos objetivos, indiferente a si estamos satisfechos con lo alcanzado o no. Mientras tanto, él “tic, tac, tic, tac” de nuestra vida, mide cómo los mortales nos acercamos a la muerte, afanándonos para tener éxito y para controlar los acontecimientos, nuestra vida y las de los demás.
Aión es dios de la eternidad al que no le hace falta devorar nada para ser eterno. Es a la vez niño y anciano. Es el dios generoso y satisfecho que tiene sentido en sí mismo. Es el dios que no contempla los objetivos ni los planes sino que nos invita a la acción que tenga sentido en sí misma. Es el dios que invocaba a Antonio Machado (España) al escribir “caminante no hay camino, se hace camino al andar” y también a Mahatma Gandhi al decirnos “sé el cambio que quieres para el mundo”. Cuando actuamos bajo los auspicios de Aión, estamos satisfechos con el camino que recorremos porque el objetivo es recorrerlo y cada paso tiene sentido. Es el dios que nos habla a través de nuestra vocación, de la voz interior que nos dice lo que tiene sentido y lo que no. Se puede decir de lo vivido y experiencias de lo vivido en nuestro camino.
Kairos es un joven con un mechón de cabello muy largo en la frente pero completamente calvo por detrás. Es el dios caprichoso de la oportunidad que pasa rápidamente, al que sólo se le puede coger por el mechón según viene. Cuando acaba de pasar no se le puede agarrar porque está calvo. Es momento adecuado que, si pillamos, puede cambiar nuestro destino. Es el momento imprevisto “aquí y ahora” o dicho en mexicano “ya” en el que la acción adecuada nos llevará en un santiamén a aquel futuro que deseamos.
Kairos ni exige nada ni espera nada de nosotros. Kairos simplemente pasa por nuestro lado y se va. Engañados por Cronos, perseguimos a Kairos intentando atraparle. Y así no le pillamos nunca. Cronos se encarga muy bien de que no nos demos cuenta de que la única forma de atrapar a Kairos es la observación silenciosa y desapasionada de nuestro entorno. Sólo así veremos a Kairos aparecer y podremos atraparle.
Cronos también nos engaña para que no oigamos a la voz de Aión. Cronos nos exige continuamente nuevos objetivos, impulsándonos a la acción. En el torbellino de la acción es imposible crear el espacio de silencio y quietud necesario para oír a Aión hablándonos insistentemente con la voz interior de nuestra vocación.
Invocando a Aión podremos encontrar el silencio necesario para escuchar nuestra vocación y darle así sentido a nuestras acciones en sí mismas y en el momento presente, no sólo en base a los objetivos futuros. Invocando a Kairos podremos vaciarnos de nuestras ideas preconcebidas sobre lo que los acontecimientos significan, y podremos abrirnos a momento fugaz en el que la oportunidad inesperada se abre. Nos pasa mucho en situaciones que estamos cansados después de un día pesado, y nos llegan buenas ideas o básicamente la inspiración
Aunque en esta descripción de arriba parece que Cronos es el malo de la película, no es así. Cronos es un dios peligroso si se le deja sólo ya que nos impulsa a actuar libres de todo miramiento con tal de alcanzar los objetivos marcados. Si invocamos a los otros dos, Cronos se convierte en un dios productivo y benigno.
Para uno de la cultura central europea es en muchas ocasiones difícil escuchar a Kairos y Aión, eso por intensa influencia de Cronos.
Somos increíblemente puntuales y la mayoría de las cosas que hacemos es alcanzar las metas, estas siempre van en un camino muy derecho, y muy serio. A veces el “ser cuadrado” nos cuesta mucho más energía que a un hombre que tiene más influencia de Kairos y Aión.
Quien ha viajado y ha trabajado se le facilita mas adentrarse en la cultura del liderazgo y dirección, pero también en ejercicios de proyectos, mandatos en último punto, gerencia a tiempo limitado (Interim Management) y mucho en manejo y solución de conflictos internos.”
ROJO.
Para algunos resultara difícil contextualizar lo explicado por Kramer, sin embargo nada cuesta con experimentar y tomar algunas ideas que pudieran surgir de la lectura de esta reflexión, aplicándolas a nuestro negocio o empresa.


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Tapachula, Chiapas, México; 30062016

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