sábado, 16 de enero de 2016

SEMÁFORO

MIGRACIONES EN TAPACHULA.
VERDE.
Tapachula es una ciudad compuesta por migraciones desde tiempos remotos, una clara muestra son las comunidades, alianzas y ciertas asociaciones formadas en nuestro municipio; podemos notar así la migración china (la más abundante y con mucha constancia), la japonesa, alemana, francesa (muy conocida debido a la Alianza Francesa), cubana recientemente y como es de esperarse dadas nuestras condiciones geográficas, también contamos con migrantes de Centro y Sudamérica. La diversidad cultural en nuestra ciudad da la pauta para aprendizajes sobre otros países, comercio internacional entre otras cosas, las cuales en teoría son benéficas, como proceso de interculturación.
Actualmente México cuenta con un modelo de política migratoria muy interesante, ejemplar me atrevo decir, pues nuestro país tiende a inclinarse por la tolerancia y la igualdad a diferencia de la nación vecina del norte y Tapachula no es la excepción, vemos así en nuestra ciudad como los migrantes (sin ánimos de desprecio) poseen empleos dignos en nuestra ciudad, algunos han logrado colocar negocios prósperos de distintos rubros (siendo los alimentos su preferencia en cuanto comercio), adquieren viviendas, asisten a escuelas públicas o privadas sin motivo de descontento por padres, directivos y docentes.
Día con día nuestra ciudad abre sus puertas y sus brazos para cobijar a refugiados, migrantes, hombres, mujeres y niños de diversas nacionalidades cuya búsqueda de progreso los ha traído hasta aquí, luchando constantemente, como los oriundos de la ciudad y el país, contra la miseria, el hambre, el desempleo y la enfermedad; todos somos seres humanos, con el mismo origen de carne y hueso.
Es tanto el altruismo en nuestra ciudad dando como resultado un albergue destinado a migrantes, llamado Jesús del Buen Pastor, donde se les brinda atención médica, techo, alimentos y apoyo jurídico en su documentación a los refugiados sin costo alguno. Del mismo modo nuestras clínicas y hospitales se encuentran a su servicio.
AMARILLO.
Sin embargo, pese a la tolerancia de nuestra sociedad, las migraciones también poseen desventajas. Con esto no pretendo señalar a los refugiados como alguna clase delincuente o problema de la sociedad, pero cabe señalar a un grupo delictivo de origen salvadoreño: los Maras Salvatrucha. Estos individuos sin escrúpulos llegaron como muchos otros a nuestra ciudad, por tierra o por agua, en calidad de indocumentados pero sus fines resultaron distintos.
Hace ya varios años se encontró la población en una situación de temor y desesperación de tal magnitud en la cual fue posible observar a estudiantes y padres de familia huyendo en un desfile, retirándose de los centros de estudios bajo la histeria de haber personas de esta banda criminal irrumpiendo en las escuelas para cometer delitos inimaginables.
Era frecuente leer en los periódicos sobre asesinatos cometidos por éstos delincuentes para con la ciudadanía o entre ellos mismos como resultado de riñas entre pandillas.
En la actualidad, grupos como este aparte de asediar a la población, se encuentran en caminos y lugares usualmente transitados por otros migrantes en nuestra ciudad o sus cercanías pero sus motivos para estar ahí son deplorables, así se dan asaltos, asesinatos y demás crímenes de migrantes para con otros migrantes y tiempo después tenemos a las familias de víctimas en desesperadas búsquedas, ruegos de justicia. Los familiares de las víctimas tienden a creer culpables a los mexicanos, basándose en el hecho de haber perdido con su pariente al entrar éste último en territorio mexicano, encontrarse dentro o cerca d sus fronteras.
Naturalmente, muchos migrantes suelen buscar empleo en nuestra ciudad, como nosotros somos una población tolerante y compasiva, siempre y cuando se cumpla con los requisitos básicos, ellos obtienen el empleo, no existe discriminación en ese aspecto, pero el trasfondo no es tan benéfico, no es discriminación, es una realidad: si un extranjera tiene un empleo en territorio mexicano, es un empleo más al que no accede un mexicano, son estadísticas, simplemente, pues a fin de cuentas, muchos prefieren contratar a alguien que no exigirá un salario justo o servicios médicos a un mexicano consciente del salario mínimo y las prestaciones de ley dispuesto a luchar por ello y exigirlo con fundamentos legales de ser necesario.
ROJO.
Muchos tienden a pensar, erróneamente, en Tapachula como un lugar plagado de discriminación y abusos cometidos contra migrantes, particularmente centro y sudamericanos. Nada más lejos de la realidad, la exclusión por raza o nacionalidad en Tapachula comienza a volverse un mito.
Clara muestra de lo anterior se da en las clínicas y hospitales, resulta de las circunstancias migratorias de los hermanos nacidos fuera de nuestro país, un beneficio inigualable, pues un extranjero recibe una atención más rápida en función al llamado seguro popular, además, si un migrante acude a una clínica del ISSSTE, ISSSTECH o IMSS, seguramente será atendido, sin importar su empleo o falta del mismo, su calidad de refugiado le otorga cierta preferencia sobre los mexicanos quienes no podemos ser atendidos en una clínica cuyas atenciones no corresponden a los servicios médicos otorgados por nuestro trabajo. A nosotros no nos regalan nada pese a nuestro trabajo por el país donde nacimos.
A esto se suman los derechos humanos, pues su posición como acogidos los beneficia ante los órganos de justicia; se encuentra bien establecido el derecho y la protección otorgados por la comisión de derechos humanos para los migrantes, es así como ellos reciben un trato privilegiado ante un juicio, sus derechos son más resguardados por parte de nuestro sistema de justicia y, obviamente, sus correspondientes consulados y embajadas.
Por si lo anterior no fuera suficiente, en caso de cometer un delito, los mexicanos reciben el castigo marcado por la constitución, el tiempo establecido en un centro de readaptación social o una fianza según sea el caso. Pero tratándose de los migrantes el castigo da un giro, simplemente el migrante es deportado a su país y como nuestras leyes no son tan rigurosas como en otros países, en un futuro la persona en cuestión regresa a nuestro país, predispuesta a los crímenes.
SEMAFORO DESCOMPUESTO.
EXELENTE OBSERVACION DEL DR. LISANDRO PEREZ. “Para calcular el número de camas de un hospital se hace en relación a un indicador internacional avalado por la OMS que dice: una cama por cada1000 derechohabientes (DH). El IMSS Tapachula tiene alrededor de 180 mil DH o sea 45 mil trabajadores afiliados. El actual hospital tiene 130 camas porque tenía 130 mil DH. Si lo construyen igual seguirá teniendo los mismos problemas de diferimiento de consulta de especialidades, cirugía y de auxiliares de diagnóstico, que llega a ser hasta de varias semanas o meses. Es necesario que el Sr. Yamil este bien asesorado y pueda dejar huella en su terruño.”

Denuncias y comentarios: periodistaexal2015@hotmail.com  Cel. y Wts. 962 10 80 934
Tapachula, Chiapas, México; 15012016

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