viernes, 22 de septiembre de 2017

ÁGUILA BICÉFALA

Por: José Ranulfo Torres Castillo.
EL SISMO SACÓ LO MEJOR DE NOSOTROS LOS MEXICANOS
Como ocurrió hace 32 años, coincidentemente el mismo día, nuevamente la sociedad civil supo estar a la altura de las circunstancias, incluso por encima de los tres niveles de gobierno y de toda la clase política.
Héroes anónimos salían de entre las calles. Primero unos cuantos, luego multitudes que se organizaban entre los escombros. Sin importar clases sociales: Ricos y pobres se unieron ante esta nueva desgracia que cubre en llanto y conmoción a toda la patria y el mundo entero. En familias que lloran a sus muertos, y que han izado banderas de luto ante las pérdidas irreparables de sus apreciables seres queridos.
Parece que la desgracia hizo tierra en este lugar del mundo; nos azotó recientemente un huracán y dos temblores, pero este pueblo es cuna de gente valiente, fuerte y solidaria que no sabe rendirse nunca. Este sismo sacó lo mejor de nosotros los mexicanos, le demostramos al mundo que aún existe unidad y solidaridad entre nosotros, como una gran familia marchando hacia un mismo fin y que podemos vencer todas las adversidades por más grandes que sean cuando nos unimos.
Desde el joven estudiante hasta el anciano enfermo; todos aportando su granito de arena. Personas ofreciendo alimentos, ofreciendo hospedaje en sus casas para los damnificados, un tamalero regalando su producto del día a los rescatistas, un taquero haciendo lo mismo. ¡Grande es nuestro México porque grande es su gente, nos llueven las desgracias pero saldremos adelante siempre!
Nos esperan meses duros de rescate, reconstrucción, donaciones y mucho apoyo. Muchas gracias a las naciones hermanas que no importando las diferencias ideológicas, políticas o culturales, mucho menos la distancia, nos han demostrado que en momentos de tragedia todos somos una sola especie llamada humanidad. Gracias también a las estrellas del futbol, cantantes y empresarios que han donado parte de sus riquezas a esta noble causa.
No se olviden tampoco de Chiapas y Oaxaca que aún falta mucho por hacer, como ya lo mencionó el líder del partido Podemos Mover a Chiapas, Enoc Hernández Cruz, que a través del cuerpo de bomberos canalizó los donativos recaudados del pasado temblor por sus brigadas de jóvenes para no hacer proselitismo con la desgracia ajena.
Descansen en paz los que ya no están con nosotros y que Dios les dé fortaleza a sus familiares para seguir adelante. Para finalizar esta cápsula, transcribo una de las estrofas más sublimes de nuestro glorioso himno nacional:
¡Patria! ¡patria! tus hijos te juran exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento nos convoca a lidiar con valor. ¡Para ti las guirnaldas de oliva! ¡un recuerdo para ellos de gloria! ¡un laurel para ti de victoria! ¡un sepulcro para ellos de honor!

LA RAZÓN CIENTÍFICA POR LA QUE MÉXICO ES TAN VULNERABLE A LOS TERREMOTOS.
Refutando a las múltiples sectas y religiones que ya aseguran el fin de los tiempos, aún nos queda sol para un rato y el calentamiento global aún no es tan severo. Creo en Dios pero no se vale sembrar pánico y aprovecharse de la fé de las personas. Esta información que reproduzco a continuación la saqué del sitio web http://www.playgroundmag.net y está muy bien argumentada:
La situación geográfica de México hace que el país sea uno de los territorios más vulnerables a los sismos. Por un lado, se encuentra en el gran Cinturón de Fuego del Pacífico, un arco que va de América a Asia donde se producen el 90% de los sismos del mundo. Por el otro, México está situado encima de 5 placas tectónicas, la placa Norteamericana, la de Cocos, la placa del Pacífico, la placa de Rivera y la del Caribe. El temblor del 19 de Septiembre se produjo por la subducción de la placa de Cocos por debajo de la de Norteamérica, es decir, cuando la primera porción de litosfera se introdujo por debajo de la segunda placa.
A todo esto hay que sumar que la Ciudad de México se asienta sobre una laguna y el suelo blando actúa como amplificador de los terremotos, lo que provoca que sísmos no muy grandes se sientan con mayor intensidad. En este caso, a pesar de que el epicentro del temblor estaba más cerca de Puebla que de Ciudad de México, en la capital se han vivido mayores destrozos. México es uno de los países más sísmicamente activos del mundo. Según el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cada año se producen más de cien sismos de magnitud 4,5 o más alta y durante el último siglo, el país ha visto 19 terremotos dentro de un radio de 249 kilómetros del epicentro del sismo que asoló el pasado Lunes el centro y sur de México.
Los expertos advierten de que una vez que ha sucedido un terremoto, lo más probable es que se registren decenas de réplicas en la zona, ya que las rocas y las placas tectónicas deben reacomodarse. ¿El problema? Aún no tenemos la tecnología suficiente para predecir cuándo y con qué magnitud se producirá el siguiente sismo. Por ese motivo, se recomienda estar alerta en estos días.

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